Alquiler de autos en Argentina: pleno crecimiento


41.jpg
Es una tendencia mundial que ya se puede ver en la Argentina: en lugar de afrontar los gastos fijos que implica un vehículo se paga solo cuando se lo usa. Llegan las vacaiones y muchos todavía no saben qué harán en su tiempo libre. ¿Qué tal salir a recorrer el país, acercarse hasta aquel punto aún desconocido o escaparse con amigos a la costa? La idea de alquilar un auto a veces ni siquiera se piensa, y sin embargo se trata de una opción que permite desplazarse con los propios ritmos, disfrutar de los paisajes sin apuro y llevarse de viaje a la abuela o incluso a la mascota. Que resulta bastante más económica que viajar en colectivo. Y todo con un auto que puede tomarse por día, por semana y hasta por meses.

No por nada durante 2017 el alquiler de autos creció en forma insospechada. Los números son contundentes: según un informe publicado por la Cámara de Alquileres de Autos, el último año alquiló autos el doble de gente que en 2016, y se espera que la cifra vuelva a duplicarse en 2018. Todas las rentadoras de autos crecieron exponencialmente, y algunas hasta tuvieron que duplicar la flota de autos para poder abastecer esta demanda.

El auto alquilado no tiene ningún costo fijo, sino que paga solamente cuando se lo usa. Tampoco hay que ocuparse del mantenimiento y el usuario no pone en riesgo su capital cada vez que sale a la calle. Adiós al pago fijo de seguro, patente, cochera, lavados y service. Ya no más idas al taller. Eso significa un ahorro de dinero impresionante.
 
Pero la floreciente demanda no solo se debe a los alquileres particulares, sino también a los corporativos: con la idea de bajar costos las empresas están cada vez más alquilando las flotas para sus empleados. Este fenómeno, más que instalado en varios países, está de a poco incorporándose en la Argentina de la mano de clientes de todas las edades, aunque es entre los llamados millennials que la alternativa de alquilar un auto directamente explotó. Es que los nacidos entre 1980 y 2000, conocidos por preferir el consumo de experiencias más que de bienes, eligen rentar un auto para ir de vacaciones o usarlo el fin de semana en vez de afrontar los gastos que implica mantener un vehículo propio. Por algo estamos hablando de los consumidores más influyentes del mercado.

No es casual que en un año donde el consumo de alimentos cayó un 2% y el de indumentaria el 5%, el turismo internacional crezca al 19% y el interno al 15%, medido en volumen. En la era de las redes sociales el viaje es ante todo contenido, pero además expresa como ningún otro la lógica de la conexión-desconexión en una era que también es la del cansancio. A mayor conectividad mayor es la necesidad de desconexión, de ahí que lo que más aumenta es el turismo de fines de semana largo, que remite a la necesidad de períodos de descanso fragmentados para poder desconectarse.

Si los viajes son ese cable a tierra, entonces la alternativa de alquilar un auto puede ser esa vía para que cada quien pueda moverse a sus anchas, sin horarios, cómodamente, en el modelo que más le guste y haciendo uso de la preciada e invalorable libertad.