La tarjeta, aliada en las vacaciones: una familia podrá ahorrar $ 10 mil en una semana de playa


¿Efectivo o tarjeta? En años anteriores, al irse de vacaciones, optar por una forma de pago o la otra podía ser indiferente para el bolsillo familiar. La elección podía depender más de un hábito o de la comodidad, que de la conveniencia económica. Pero el verano 2019, en este aspecto, promete ser diferente. Porque, para incentivar el turismo interno en medio de la crisis, el Gobierno, bancos y empresas acordaron una batería de promociones inéditamente agresivas. Ofertas que millones podrán usar sólo si “tarjetean”, con descuentos muy superiores a los que podrían obtener abonando lo mismo con billetes.
Las oportunidades apuntan a aliviar el bolsillo en los principales rubros del gasto vacacional. Se trata, según se anunció, de rebajas del 30% en hoteles, del 20 al 30% en pasajes de trenes y ómnibus, y del 15 al 40% en servicios de playa (carpas y sombrillas), según la tarjeta. Además, muchos tendrán la chance de gastar entre 20 y 50% menos en las compras del súper, 25 a 30% menos en cada salida a comer y 20 a 50% menos en las entradas para ir al cine, al teatro y a los principales parques temáticos.
Y hay más: en alojamiento y pasajes, los montos con rebaja podrán financiarse en 3 y hasta 10 cuotas sin interés, lo que equivale a un “ahorro” extra en un contexto como el actual, de muy alta inflación.
Según anunciaron ya el gobierno nacional, el bonaerense y el porteño, en principio esta batería de beneficios estará limitada a los clientes de los tres principales bancos públicos: el Nación, el Ciudad y el Provincia, que en conjunto tienen 12,7 millones de clientes y casi 21 millones de tarjetas en la calle (15 millones de débito y 5,9 de crédito). Y se aplicarán a la Costa, aunque el Ciudad también los extendió a destinos como Córdoba, Mendoza, Salta y Bariloche.
Ahora bien, los bancos privados, en este marco, no se están quedando quietos. Y, para competir, también comenzaron a lanzar propuestas promocionales de alto impacto, en algunos casos mayores a las de otros años.
El Macro, por ejemplo, ofrecerá hasta 20% de descuento y 12 pagos sin interés en hoteles y paradores. Con tarjetas del Galicia se podrá acceder hasta a un 25% en restaurantes y heladerías elegidas, y 20% y 3 cuotas en “sombra”. El Comafi tendrá 15% en supermercados, 20% en restaurantes de la Costa y 30% de descuento en desayunos y fast food para destinos turísticos de todo el país. Y con tarjetas como Naranja habrá 12 cuotas sin interés en Aerolíneas, según dijeron a Clarín en esas entidades financieras.
Claro que las promociones, muy llamativas por los porcentajes que prometen, tienen una “letra chica” que acota sus alcances y conviene leer con atención. En algunos casos están disponibles todos los días, pero en otros, no. Unas se pueden usar en cualquier local de un rubro determinado (como cines o restaurantes), pero otras, sólo en comercios adheridos. Y otra clave está en los límites de reintegro: hay promos -pocas- donde no hay máximos de devolución, pero otras tienen uno por tarjeta para todo el mes y en otras, sólo uno por operación. Con lo cual, en algunos casos, a muchos les convendrá dividir un mismo gasto en dos pagos diferentes, de modo de no exceder el tope y tener más descuento.
Para ir al súper, por caso, la promoción más atractiva será la del Provincia, pero el 50% ofrecido tiene un tope de reintegro de $ 1.500 en el mes: así, sólo servirá para una compra de $ 3.000, y hay productos excluidos. La del Ciudad, en cambio, es del 20% y se puede usar los lunes (Coto) o los martes (Día%) con un tope de reintegro que sólo es de $ 1.000 por operación.
Las restricciones están. Aun así, un relevamiento de Clarín calculó que, “exprimiendo” al máximo las promociones de los bancos públicos, una pareja con dos hijos que viaje 7 noches a Mar del Plata podrá reducir su gasto en unos $ 10.000. Esto con un perfil de consumo moderado: pasajes de micro en categoría semicama, hotel de tres estrellas, cinco días de alquiler de carpa, sólo una comida afuera día por medio, un gasto de $ 4.000 en el supermercado, una salida al cine en toda la semana y una visita a un parque temático.
Con un plan más “gasolero”, que suprima por ejemplo el gasto en “sombra” y el parque temático, ese ahorro puede reducirse a $ 6.600. Y si, al contrario, la familia se permite gastos más altos, en el Ciudad calcularon que la suma de descuentos puede ascender a “entre $ 15.000 y $ 20.000” sólo en una semana.
Con este imán, lo que hacen los bancos públicos es salir a captar gente: dicen que los clientes de otros o bancos (o de ninguno) pueden abrir gratis una cuenta con tarjeta de débito antes de salir de vacaciones, con opción a sumar una de crédito, de modo de poder aprovechar las ofertas.
“Puede ser una buena idea si los beneficios realmente convienen y van a aprovecharse, pero es clave informarse antes sobre los costos de mantenimiento de estos productos financieros y en qué medida luego será posible darlos de baja”, advierte Mariano Otálora, director de la Escuela Argentina de Finanzas Personales. Y agrega: “Pagando en efectivo, hoy los descuentos que se consiguen rondan el 10%. Como mucho pueden llegar al 15 o al 20%. Así que, este verano, usar la tarjeta con estas promociones parece una opción superadora”.

Uruguay reforzó los beneficios 

El verano pasado hubo una presencia récord de argentinos en Punta del Este. El gran motor era que Uruguay resultaba más barato que en otras épocas. Pero la devaluación de este año, que duplicó la cotización del dólar, cambió la ecuación en favor de que los argentinos veraneen fronteras adentro. Y por eso, del otro lado del “charco”, se vieron obligados a reforzar los beneficios que ya estaban vigentes para los argentinos que paguen con tarjetas extranjeras. La devolución del IVA, que venía siendo de 13 puntos, volvió a ser total (22 puntos). El “IVA cero” se aplica a hoteles, gastronomía y alquiler de autos. En alquileres temporarios por inmobiliaria, se devolverá el 10,5%.